Ya os he comentado muchas veces que en todas las tertulias preparo un par de bizcochos y algo salado por si alguien prefiere refresco, zumo o, simplemente, no le apetece picotear algo dulce.
Para la última tertulia con Miguel Sandín, preparé el Brownie Cheescake (está en la entrada anterior), un bizcocho delicioso con canela y plátano pero que, por dejarlo todo para última hora, cuando lo partí aún estaba muy caliente y se me deshizo enterito y esta focaccia. Respecto al bizcocho, uno días después, por aquello de quitarme la espinita, lo repetí en forma de muffin y fueron todo un éxito. Tengo las fotos preparadas por lo que pronto os pasaré la receta.
Pero volviendo a la focaccia, comentaros que, como no, la hice según la receta del libro "Pizza, Cazone y Focaccia" y, al igual que todo lo que he hecho, ha sido un éxito total.
El único cambio fue que, en la receta original, pedían romero fresco y como no tenía, le puse unas hierbas provenzales que, la verdad, le dieron un gran toque.
Si lo hacéis, os recomiendo que le pongáis un buen aceite de oliva y sal Maldon. Estos ingredientes son algo más caros pero de verdad que se nota en el resultado y eso se agradece.
Focaccia Gruesa:
Ingredientes:
750 grs. Harina
1/2 cucharadita sal marina fina
25 gr. levadua fresca
150 ml. aceite de oliva virgen extra
400-450ml. agua tibia
Sal marina o de roca (yo le puse Sal Maldon)
Ramitas de romero fresco (yo le puse las Hierbas Provenzales deshidratadas)
Preparación:
Tamizar la harina y la sal fina sobre un bol grande y hacer un hueco en el centro. Desmenuzar la levadura fresca, o añadir la levadura seca que se va a usar. Verter 50ml. de acite de oliva y mezclar con la levadura hasta que la mezcla se desmenuce como si fueran finas migas de pan. Añadir el agua tibia y, con las manos, mezclar hasta que la masa quede ligada.
Volcar la masa sobre una superficie enharinada, lavarse y secarse las manos y trabajar la masa con fuerza durante 10 minutos hasta que quede homogénea y elástica. La masa debería quedar muy blanda (casi demasiado para manejarla), pero no debemos preocuparnos.
Colocar la masa en un bol ligeramente aceita, tapar con papel film transparente o un paño de cocina húmedo y dejarla subir en un lugar cálido hasta que alcance el doble de su tamaño (alrededor de una hora y media).
Destapar la masa, darle unos golpecitos para eliminar el aire y dividirla en dos partes. Formar una bola con cada trozo de masa sobre una superficie ligeramente enharinada y estirarla formado dos círculos de 25 cm. de diámetro antes de colocarla en los moldes. Taparla con un film transparente o un paño de cocina húmedo y dejar subir durante 30 minutos.
Precalentar el horno a 200ºC.
Cuando la masa haya doblado su volumen, destaparla e introducir los dedos en la masa y presionarlas hasta la base del molde (sin exagerar!), para formar unos hoyelos profundos por toda la superficie. La masa se desinflará un poco. Rociarla generosamente con aceite de oliva (unos 80 ml), de modo que los hoyuelos queden encharcados de delicioso aceite.
Aderezarla con las hierbas o el romero y una pizca generosa de sal Maldon.
Volver a tapar con papel film o un paño de cocina húmedo y dejar que la masa suba hasta el borde del molde (unos 30 minuos.).
Vaporizar las focaccias con agua y hornear durante 20-25 minutos hasta que la masa suba y quede dorada. Esparcir por encima el resto del aceite de oliva y luego pasar las dos focaccias a una rejilla de cocina para que se enfríen. Comer el mismo día o dejar enfriar, envolver y congelar. Para descongelarla, dejar la focaccia a temperatura ambiente y, después, envolverla en papel de aluminio antes de recalentarla durante 5 minutos en el horno.
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